(ANS – Roma) – Continuamos la publicación de las reflexiones sobre la realidad salesiana en las diversas regiones. Para hablar hoy está don Thomas Anchukandam, Inspector de Bangalore, quien estuvo en la Comisión Precapitular como referente para Asia Sur.

¿Cuál es el estado de la Congregación en su región, con relación a los jóvenes, la sociedad y la Iglesia?
Se puede decir en una palabra: robusta. Los salesianos son numerosos, jóvenes y cualificados, una buena parte ha conseguido un doctorado en diversas áreas. Existe una buena relación con la Iglesia en diversos ámbitos, especialmente en Comunicación Social y en Educación. E incluso entre las personas la consideración es buena, más allá de las diferencias de creencias, sean hindúes, musulmanes o cristianos de otras denominaciones. Trabajamos con todos y para todos, y por ello existe gratitud.

Un ejemplo de nuestro compromiso entre los más estimados y apreciados es el Don Bosco Tech India. Es una actividad que llevamos a cabo en colaboración con el gobierno y en los últimos tres años hemos formado a unos 60.000 estudiantes, niños clasificados como "por debajo de la línea de la pobreza" (BPL, en Inglés) que de otra manera no hubieran podido continuar con la educación formal. Y el 80 % de ellos, encontró un trabajo después de esta formación.

La formación profesional de los jóvenes es uno de los puntos fuertes de los salesianos de la región y es también una de los testimonios más visibles en el exterior.

¿Cuál es el aporte específico que su región dará el CG27?
Desde nuestra región queremos llegar al Capítulo para compartir una experiencia que tenemos, a partir de las circunstancias en las que vivimos: esto es el trabajo con personas de diferentes grupos étnicos, castas y religiones. E incluso diversos ritos - como nuestra Iglesia, que reconoce tres diferentes: latino, siomalabarese y siromalankarese.

Y esto se refleja también en nuestras comunidades. Uno de los temas de este Capítulo es la fraternidad y en Asia Sur existe ya una amplia experiencia, donde muchas comunidades son como laboratorios de hermandad entre personas de extracción diversa.

También podemos llevar nuestro trabajo con los jóvenes, que viene reconocido y apreciado por todos. Y, por último, incluso una metodología de trabajo y colaboración con el gobierno - al más alto nivel - y con las grandes compañías industriales en los ámbitos de la formación técnica profesional. Se trata de un modelo ya probado y con éxito, a tal punto que ahora se está desarrollando el DB Tech África, inspirada en el modelo indio.

¿Cómo los Salesianos de su región buscan ser testigos de la radicalidad  evangélica?
La vivimos en la apertura a todos. A pesar de una cultura de castas, aunque en nuestras escuelas hay muchos cristianos, nuestro trabajo no solo es apreciado, sino a menudo ayudado por los miembros de otras religiones.

Vivir en un ambiente multi-religioso también nos hace recibir una gran cantidad de input espirituales: prácticamente en nuestras instituciones siempre hay una fiesta, ya sean cristianos, hindúes o musulmanes, y casi todos trabajan juntos para organizarla. Estas son cosas que solo pueden ser entendidas haciendo experiencias similares en ambientes como el nuestro. Cuando, por ejemplo, se ve que hay fieles hindúes que colaboran a preparar la misa, o si se piensa en la multitud que asistió a los ritos de la reliquia de Don Bosco - donde los cristianos eran tal vez cincuenta, en comparación con los miles de fieles - se entiende que hay algo divino más profundo que nos une y que la radicalidad evangélica la vivimos en la apertura hacia todos.

Publicado el 12/06/2013