La propuesta misionera, que se realiza desde hace varios años, consiste en la formación y acompañamiento de un grupo de parejas que tiene como ideal llevar una vida según el mensaje de Jesús. El proceso formativo está acompañado de la oración diaria en pareja, la escucha de la Palabra de Dios juntos y la ayuda mutua entre ellos.
Este proceso ha permitido conformar un grupo cada vez más numeroso de matrimonios que tratan de vivir el Evangelio en la vida cotidiana y reunirse frecuentemente para compartir sus experiencias. Lo mejor de todo es que los demás perciben cómo la vida de estas parejas ha cambiado en todos los aspectos desde la relación personal hasta el distribuir las tareas del hogar y su comportamiento con los hijos.
En la celebración del matrimonio de las nueve parejas, en esta ocasión, ha sido una experiencia muy familiar. Buen número de comentarios en la homilía fueron hechos por los miembros de las parejas y a la hora de los compromisos matrimoniales hubo intervenciones aplaudidas.
Uno de los misioneros afirma “para mí es una experiencia muy alentadora porque parejas que han vivido largo tiempo de una forma, son capaces de proponerse un cambio en sus vidas y lograr llegar a las metas que se proponen y además que están contentos de lo que hacen y se sienten a gusto en la nueva situación que viven y hablan de ello con entusiasmo”.
El gran trabajo misionero ha sido acompañar, guiar y orientar al grupo de parejas para saber llevar en su vida cotidiana la experiencia de Jesús y fortalecer la dinámica de su vida en familia.
Publicado 29/04/2011