(ANS – Río de Janeiro)– A más de una semana después de la clausura de la Jornada Mundial de la Juventud, los ecos del entusiasmo y la experiencia de fe realizada en Río de Janeiro siguen vivos en los corazones de muchos de los participantes. Este es un testimonio de la delegación salesiana estadounidense.

"Uno de los aspectos de Rio 2013, que me dejó más impresionado fue la sensación genuinamente salesiana que la experiencia de la peregrinación tuvo para mí y para muchos otros con los que viajé a Brasil. - Comenta el padre Abraham N. Feliciano, SDB, Delegado de Pastoral Juvenil de la Inspectoría de Estados Unidos Este - Algunas razones de esta impresión se deben a los eventos explícitamente salesianos, como el Forum o el Encuentro Mundial del Movimiento Juvenil Salesiano; pero también dependió de los demás acontecimientos imprevistos".

Las dos inspectorías salesianas de los Estados Unidos pudieron reunir para la JMJ una delegación de 64 personas, de todos Estados Unidos. La lluvia cayó sobre los peregrinos durante la oración de apertura, y, en general, durante los tres primeros días. Pero no pudo debilitar los espíritus, porque la gracia del momento llenó a todos con la alegría de esta intensa experiencia de Iglesia. Un espíritu auténtico y palpable de optimismo y de alegría siempre impregnó el aire; por lo que, las sonrisas no eran menos numerosos, las carcajadas no menos fuertes, y la oración no menos devota.

También hubo un auténtico espíritu de familia entre los peregrinos, aún provenientes de todas las naciones. Recuenta don Feliciano: "En un sentido, se sentía como si estuviéramos reunidos con tres millones de amigos y familiares. Muchos de nosotros éramos de ambientes salesianos, constantemente encontrábamos a lo largo de Río otros jóvenes de grupos salesianos, y que a menudo saludamos gritando ¡Viva Don Bosco! En Niterói, además, en el día del Forum y de la Fiesta del MJS, tuvimos una verdadera experiencia de la Familia Salesiana, con Don Chávez y con la Madre Yvonne Reugnoat que pasaron el tiempo con sus hijos e hijas espirituales, en los momentos de oración, de coloquio, en las comidas y en la diversión en familia".

Por último, cada uno sintió haber tenido un encuentro personal con el Papa Francisco. Sus miradas y sus palabras fueron directo a cada peregrino. Desafió a los jóvenes de una manera muy salesiana, recordándoles la llamada a ser discípulos aquí y ahora, y subrayando su capacidad de ser misioneros y evangelizadores de otros jóvenes, para los jóvenes de hoy.

"Muchos de nosotros hemos sentido el corazón lleno de alegría y orgullo cuando el Papa dijo: '¿Saben cuál es el instrumento mejor para evangelizar a los jóvenes? ¡Otro joven! ¡Este es el camino a seguir por todos ustedes!'. Papa Francisco es sin duda un jesuita, y optó por citar uno de los fundadores de los franciscanos, pero muestra claramente que ha sido formado por los Hijos de Don Bosco y, sin duda, tiene un ADN Salesiano", comenta don Feliciano.

La peregrinación fue un momento de gracia para todos los presentes, y una oportunidad especial para renovarse como discípulos salesianos, comprometidos a llevar el amor y el mensaje de Jesús a los jóvenes de todo el mundo, especialmente a los más necesitados.

Publicado el 05/08/2013