(ANS - Lyon) - Del 30 de noviembre al 4 de diciembre, los misioneros enviados a Francia, Bélgica y Holanda se han reunido en la casa de formación salesiana de Fourvière en Lyon. En el encuentro participaron también aquellos que las Inspectorías han designado como acompañantes de una inserción gradual y eficaz.
La inculturación es uno de los retos que un misionero está llamado a vencer. Un proceso largo y delicado que se declina en varios aspectos: humano, social, religioso y pastoral. El año pasado, el Dicasterio para las Misiones celebró a finales de noviembre, una primera reunión en Roma, en la Casa Generalicia, iniciando caminos de acompañamiento; un camino que destaca la importancia de una preparación también para la comunidad, salesianos y pastorales, que acojan los misioneros con el fin de abrirse a la riqueza y a las iniciativas que los recién llegados pueden ofrecer.
El encuentro de Lyon fue organizado por las inspectorías de Francia-Bélgica Sur (FRB) y Bélgica Norte (BEN) - que incluye a la Delegación Inspectorial de Holanda - y consistió en momentos de fraternidad, oración e intercambio de experiencias. Don Alfred Maravilla, del Dicasterio para las Misiones, habló en nombre de don Václav Klement, Consejero General, quien participaba en la reunión de los Provinciales de Europa.
Los misioneros compartieron sus experiencias personales de inserción en la vida de las respectivas Inspectorías y el proceso gradual de inculturación en la realidad europea. Actualmente, el estudio de la lengua es la tarea más importante para muchos de ellos. Con el apoyo de guías y acompañantes, especialmente indicados por las Inspectorías, y gracias a otras iniciativas, los misioneros son ayudados a integrarse gradualmente en sus nuevos contextos.
Entre las buenas prácticas desarrolladas cabe señalar la de la Inspectoría FRB que organiza cada dos meses una reunión entre los misioneros del Proyecto Europa y los jóvenes salesianos de la inspectoría, con el fin de involucrar a ambos grupos en la preparación de las actividades y celebraciones. La Inspectoría BEN, a su vez, ha programado tres reuniones al año para evaluar el camino recorrido por los misioneros; mientras que los misioneros en Holanda se reúnen una vez al mes con un grupo compuesto por salesianos y laicos para planificar el relanzamiento de la presencia Salesiana en Amsterdam.
Al mismo tiempo, los participantes en el encuentro de Lyon delinearon también algunos retos con los cuales se tuvieron que confrontar desde su llegada al Viejo Continente, como la necesidad de comprender más profundamente la secularizada y posmoderna cultura europea, para no caer en las valoraciones simplistas, la importancia de estudiar y reflexionar, para encontrar nuevas maneras de relanzar la presencia salesiana, hacerla significativa y revitalizar el carisma; y las enormes posibilidades que ofrece hoy el apostolado entre los migrantes.
Publicado el 05/12/2012