(ANS – Roma) – Como parte de las celebraciones en torno a la beatificación de sor María Troncatti, el 29 de noviembre en la tarde, en la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús en Roma, se celebró una eucaristía que contó con la presencia de Madre Yvonne Reungoat, Superiora General de las Hijas de María Auxiliadora, y presidida por el Rector Mayor de los Salesianos, Don Pascual Chávez Villanueva, quien parafraseando a Don Bosco, invitó a los jóvenes a “Ser Santos”, porque “es fascinante ser santos”.

En la celebración se hicieron presentes el Consejo General de las FMA; muchos salesianos entre los cuales el Vicario del Rector Mayor, don Adriano Bregolin, los regionales de América Cono Sur, don Natale Vitali, y de Italia Medio Oriente, don Pier Fausto Frisoli.

“Sor María Troncatti se preocupaba por el hombre entero, de sus necesidades físicas, psíquicas y espirituales. […] Supo conjugar de modo admirable el anuncio del Evangelio y la promoción humana. […] Fue médico de los cuerpos y de las almas”. Así la describe don Pascual Chávez. 

Además, en su homilía el Rector Mayor de los salesianos resaltó la importancia de “ser santos” y de tener en modelos como sor Troncatti, un estímulo para vivir la identidad y la vocación salesiana sea cual fuere el estilo de vida y la participación en la familia, en la iglesia y en el mundo. Además, citó en tres oportunidades la experiencia vivida por don Ángelo Botta, quien fuera inspector del Ecuador al momento de la muerte de la nueva beata. ANS invita a leer este bello testimonio.

La beatificación de sor Troncatti llena de alegría a toda la familia salesiana, y se da en un momento privilegiado por el 140º aniversario de fundación de las Hijas de María Auxiliadora.

Luego de la Eucaristía, la Madre General de las FMA sor Yvonne Reungoat, se dirigió a las FMA, los SDB y más de 150 jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano reunidos en la basílica, para dar su mensaje de buenas noches, donde recordó las dificultades familiares que tuvo la beata, primero para ser religiosa y luego para partir a las misiones en el Ecuador; y de igual forma, exaltó la alegría con la que se expresaba en sus cartas al describir el trabajo con los Shuar. “La experiencia que vivimos en Macas ha sido la glorificación de una vida simple”, afirmó sor Yvonne.

Publicado el 30/11/2012