(ANS - Roma) - El pasado sábado 16 de noviembre, fue publicado el mensaje de Benedicto XVI para la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, que se llevará a cabo del 23 al 28 de julio de 2013 en Río de Janeiro, Brasil, con el tema: " Id y haced discípulos a todos los pueblos"(Mt 28:19). El padre Fabio Attard, Consejero para la Pastoral Juvenil, ofrece una presentación del texto y una lectura salesiana.

Leyendo el mensaje del Papa para la JMJ en Río, uno tiene la impresión de que el espíritu de Madrid continúa.

La relación con Jesús ante todo toca las preguntas profundas escondidas en el corazón. Frente a las dificultades del mundo contemporáneo, muchos se preguntan:   ¿qué puedo hacer yo? La luz de la fe nos hace comprender que toda la existencia tiene un valor inestimable, porque es fruto del amor de Dios.

A partir de esta pregunta de sentido, el Papa abre el camino para un discipulado buen hecho que conduce a una acción apostólica, que actúa la llamada de Jesús. Recordar una frase de Juan Pablo II: " La fe se refuerza dándola" (Redemptoris missio, 2). No existe una fe como un objeto que luego puede ser compartido. El regalo crece compartiéndolo, descubriendo lo mucho que se es amado, no queda más que proclamar y compartir la experiencia.

El Papa no cambia la ruta de Madrid, por el contrario, la fortalece indicando dos líneas muy claras. El primero es estar presente en el mundo virtual de Internet. Invitar a los jóvenes a ser no sólo consumidores sino más bien sus protagonistas, para dejar una señal de su fe, sus convicciones: "sentíos comprometidos a sembrar en la cultura de este nuevo ambiente comunicativo e informativo los valores sobre los que se apoya vuestra vida. […] A vosotros, jóvenes, que casi espontáneamente os sentís en sintonía con estos nuevos medios de comunicación, os corresponde de manera particular la tarea de evangelizar este “continente digital". Es por lo tanto a ellos a los que el Papa presenta la tarea de la evangelización de este continente, llamándolos a ser los primeros actores.

La segunda es la de la movilidad. En un entorno donde los jóvenes forman buena parte del movimiento migratorio, el Papa pide aprovechar este nuevo fenómeno como una oportunidad providencial para la difusión del Evangelio. Aunque también, un protagonismo dentro de su historia, de su situación cotidiana.

El Papa recuerda por último, dos aspectos sin los cuales su acción corre el riesgo de convertirse en vacía: la importancia de la oración y de la vida sacramental. De ahí la invitación a estar arraigados en la oración y en los sacramentos: " La evangelización auténtica nace siempre de la oración y está sostenida por ella. Primero tenemos que hablar con Dios para poder hablar de Dios ". El segundo, indispensable para una verdadera evangelización es sentirse parte de la Iglesia: " Nadie puede ser testigo del Evangelio en solitario. Jesús envió a sus discípulos a la misión en grupos: «Haced discípulos» está puesto en plural".

Son dos elementos que, para quienes están involucrados en la pastoral juvenil, no pueden ser olvidados. No hay una verdadera pastoral juvenil si no se nutre de la Palabra y los Sacramentos; no hay evangelización verdadera si no se parte de una relación de amor con Jesús, en la oración y en la comunidad eclesial.

Invitando a los jóvenes a ser "el corazón y los brazos de Jesús", el Papa Benedicto XVI pide ser testigos de su amor: " sed los nuevos misioneros animados por el amor y la acogida!"

Una nota final: el Papa entiende el corazón de los jóvenes, mientras los jóvenes se están mostrando cada vez más deseosos de palabras que los desafíen, palabras que vengan de testigos auténticos y creíbles. Creo que es aquí donde se juega la verdad de la pastoral juvenil: firmes en la fe, vamos con alegría para testimoniar el Señor de la vida!

El texto completo del mensaje para la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud está publicado en el sitio web del Vaticano.

Publicado el 21/11/2012