(ANS – Kinshasa) – El pasado viernes, 16 de marzo, la reliquia de Don Bosco inició su peregrinación entre la gente de la República Democrática del Congo. La primera etapa fue Kinshasa, en límite son República del Congo, de donde provenía la urna.

La espera para la llegada era inmensa: al aeropuerto, junto al padre Inspector, padre  Jean-Cleaude Ngoy, y un grupo de miembros de la Familia Salesiana, estaba también el Cardenal Laurent Monsengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa. Después del discurso de bienvenida, pronunciado por dos niños, la urna fue llevada a la catedral de Kinshasa, escoltada por la policía.

A lo largo de una gran masa de personas, fieles, curiosos y muchos jóvenes que gritaban con entusiasmo “Aye Don Bosco!” (“Llegó Don Bosco!”), la urna hizo su ingreso en la iglesia, entre el entusiasmo de los muchachos y muchachas que en su honor lanzaban flores, encendían velas y entonaban cantos. En el discurso de acogida el Inspector agradeció al Rector Mayor por la iniciativa de la peregrinación. Luego, partiendo desde el Cardenal Monsengwo Pasinya, todos los fieles oraron con devoción delante de la urna, mientras algunos salesianos leían pasajes de la vida de Don Bosco.

Durante la tarde se realizó una liturgia penitencial y se celebró una eucaristía, presidida por el Nuncio Apostólico, Mons. Adolfo Tito Yllana, y contó con la presencia de numerosas autoridades y embajadores de varios países. A continuación se realizó una vigilia de oración acompañada por muchos fieles que oraron hasta las horas de la mañana.

También en los tres días sucesivos, la urna permaneció en la ciudad de Kinshasa, donde fue llevada en visita a las diversas obras salesianas. El sábado 17 llegó a la comunidad “Café-Mozart” de las Hijas de María Auxiliadora, donde el Cardenal Monsengwo Pasinya presidió la Eucaristía; luego pasó a la parroquia “San Kiwanuka” de Kingabwa, donde el discurso de bienvenida al santo de los jóvenes fue pronunciado por una niña.

El domingo 18 de marzo, fue dedicado totalmente al encuentro con los jóvenes. Durante toda la jornada la reliquia permaneció en la obra salesiana de Masina, sede de un centro profesional. En la mañana se celebraron varias misas, con el objetivo de permitir la participación eucarística a los numerosos jóvenes presentes. Después, a partir de las primeras horas de la tarde inició la gran fiesta, con actividades culturales con artistas reconocidos del lugar y un concierto del coro local. En la noche hubo un momento de oración común frente a la urna para concluir la fiesta.

El lunes 19, finalmente, la urna fue recibida por los jóvenes y la comunidad salesiana de la obra de Lukunga. Para la ocasión, además de los momentos de veneración y las varias misas celebradas en presencia de la urna, fue organizada también la proyección de un film sobre Don Bosco.

Publicado el 22/03/2012