(ANS – Kinshasa) – Ayer, 28 de noviembre de 2011, cerca de 30 millones de electores congoleses fueron llamados a las urnas para elegir el presidente de la República y los diputados para los próximos cinco años. El desarrollo del país dependerá en primer lugar de la transformación de las conciencias y de la mentalidad, un trabajo en el cual siempre está trabajando la iglesia, y con ella los salesianos. 

A las elecciones se presentaron un gran número de candidatos: 11 por la presidencia y cerca de 19.000 para la Asamblea Nacional (para 500 puestos): en la capital en  Kinshasa, los electores se encontraban con un formulario de 56 páginas formato A3.

Las votaciones de ayer estuvieron marcadas por varios encuentros entre sostenedores de las diversas fuerzas políticas, con muertos y heridos, como ya había sucedido durante la campaña electoral. El momento más complicado será el futuro, y será el próximo 6 de diciembre, cuando serán proclamados los nuevos elegidos. Dado que los principales candidatos  se declararon vencedores por anticipado, es posible que los derrotados no acepten fácilmente el veredicto de las urnas.

Los obispos del país han invitado continuamente a los Congoleses a aceptar las reglas de la democracia, a excluir toda forma de violencia, a basar la elección de los candidatos por su programa social, y no sobre la tribu o los regalos pre-electorales. El obispo de Goma transformó las ocho recomendaciones de la Conferencia Episcopal en diseños populares.

Actualmente la República Democrática del Congo está atravesando un momento de crisis profunda. Según el reporte sobre el desarrollo humano 2011 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP), a pesar de tener riquezas inmensas, es el último clasificado en una lista de 187 naciones analizadas. Y dados los problemas del país y la situación en la cual se vota, sería utópico esperar un cambio radical ed ruta, cualquiera que sea el éxito del voto.

La comunidad salesiana, presente desde hace cien años en ese país, todavía no se desanima. “Ante todo  porque es en estos momentos que la iglesia debe mostrar su “cercanía de compasión” a todos los excluidos, que son la mayoría de la población de la población” afirman.

Pero sobre todo porque todo apunta sobre la educación. Citando un observador atento a la realidad congolés, el pastor Kä Mana, los salesianos reportan: “Cuando se toma conciencia de aquello que sufre Congo en la política corrupta de las identidades étnicas destructoras, se hace necesario que existan algunas exigencias de acción que se imponen por sí mismas. La primera: una educación escolar y universitaria fundada sobre el análisis de nuestras patologías políticas y sus consecuencias. Se trata de construir el Congo de la razón al sentido común con la fuerza de una nueva formación humana, profunda y radical”. Se trata, de continuar con el método de Don Bosco.

Publicado el 29/11/2011