Don Taesok John Lee, nacido en 1962 en Pusan Shi-Kyeong Nam, se graduó en medicina en 1987 y fue ordenado sacerdote en 2001; el mismo año fue enviado como misionero al Sudán, donde comenzó a cuidar a los niños pobres y enfermos de Tonj. Construyó un hospital para leprosos, una escuela y fundó una banda para alejar a los niños de la guerra. Murió de cáncer en enero de 2010, a los 48 años. Casi diez años los pasó enteramente como sacerdote misionero y médico en Sudán, donde ofreció un testimonio excepcional del Evangelio.
A su figura, importante y conocida entre los jóvenes de Tonj y Corea, se ha dedicado un documental, "No llores, Tonj" (No llores, Tonj), producido por Mountain Pictures, visto por unos 10 millones de personas y bien valorado también por los no católicos, como los miembros de la Orden Jogye comunidad del budismo coreano.
Al simposio, celebrado en el auditorio de la Casa provincial de Seúl, asistieron alrededor de 750 personas y varias autoridades religiosas y de la sociedad civil. En su discurso inaugural el Padre Nam Stephanus, Provincial de los Salesianos de Corea, ha destacado "la importancia de descubrir las raíces de la vida y la espiritualidad de Don Taeseok como religioso y misionero."
Una declaración confirmada también por Don Marcelo Baek, Director de la casa provincial y compañero de Don Taeseok más de 10 años. Don Baek dijo que en comparación con otras comparaciones, incluso halagadoras - como la del doctor Albert Schweitzer - la singularidad de Don Taesok se encuentra en su vida religiosa y espiritual: "la mejor definición proviene de la elección hecha por él de imitar a Don Bosco en su vida salesiana: fue el Don Bosco de Tonj ".
La doctora Theresa Shin, voluntaria en Tonj durante los últimos meses de la vida de Don Taeseok, recordó su habilidad para soportar el dolor y las dificultades con una sonrisa: "Nunca sucumbió al dolor, nunca renunció a su sentido del humor. "
El profesor Bosco Moon, ex Ministro de Educación y actual portavoz de la Comisión de Educación Católica de Corea, habló de la gran repercusión mediática recibida por la película "No llores, Tonj", destacando que esto era muy positivo, ya que impide a la gente permanecer indiferente y ha suscitado en muchos el deseo de trabajar por el bien de los demás.
Amigo de la juventud pobre, maestro para sus estudiantes, seguro apoyo para sus pacientes, sanador de almas a través de los sacramentos. Con estas palabras, lo recordó don Stephen Yang, Vicario Inspectorial, quien explicó la fecundidad de este misionero, a pesar de la brevedad de su vida, con su elección de vivir plenamente las enseñanzas de Jesús, en el estilo de Don Bosco.
Al final se ha proyectado un DVD que destaca las similitudes entre la pastoral misionera, del Oratorio de Valdocco y el apostolado de don Taeseok, y el Director General Mountain Pictures ha entregado un donativo en apoyo de las misiones salesianas en África al Inspector Don Nam.
Publicado el 28/06/2011
