Cerca de 30 jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano (MGS) de Corea del Sur, decidieron organizar una cadena de oración por las víctimas del tsunami en Japón y, dada la emergencia humanitaria, también por la paz en Libia.
Sorprendiendo a los mismos salesianos, los muchachos decidieron organizarse y dar vida a una cadena ininterrumpida de rosarios, haciendo que hasta el próximo 2 de abril al menos una persona esté ocupada en la oración. Han elaborado una lista de voluntarios que, rápidamente se ha llenado, partiendo de la respuesta positiva del inspector, padre Stephanus Nam, y del padre Bernard Lee, Delegado para el MJS.
Noticias análogas, también, llegan del Japón, donde en el difícil contexto del post-tsunami brilla la luz de la solidaridad y de la disponibilidad de los jóvenes. “En esta tragedia, uno de los aspectos más conmovedores es la motivación por la solidaridad que manifiestan los jóvenes japoneses” ha declarado a la Agenzia Fides el padre Yasutaka Muramatsu, Secretario Inspectorial y Delegado para el Voluntariado Salesiano de Japón.
“Los jóvenes, cristianos y no cristianos, se han movido y quisieran acercarse inmediatamente a las áreas golpeadas, para colocarse al servicio de las víctimas; con su entusiasmo y su energía para ayudar a dar una sonrisa y restituir un poco de esperanza. Es de verdad conmovedor ver cómo están llenos de amor por el prójimo. Es una lección para todos nosotros educadores”.
También si la sociedad japonesa está altamente organizada y muchas cosas vienen dirigidas por las autoridades, la solidaridad y la generosidad son ahora los elementos más necesarios. Los salesianos, explica el padre Aldo Cipriani, Inspector de Japón, son parte activa en este proceso: “Como primera iniciativa estamos buscando fondos para sostener las reestructuraciones. De modo especial estamos interesados en responder al llamado del obispo de Sendai, Mons. Martin Tetsuo Hiraga, y a la invitación de ser generosos hecho por el obispo precedente Mons. Francis Xavier Osamu Mizobe, sdb. Además – continúa el padre Cipriani – seremos generosos en la apertura a los necesitados de los refugiados. Nuestra parroquia de Hamamatsu (muy al sur de Tokio) será refugio para 50 personas que huyeron de las localidades destruidas.
Publicado el 23/03/2011