La pintura, al óleo sobre tela, de 70 x 100 cm, fue encargada por el mismo Rector Mayor que pidió a los dos jóvenes artistas polacos, ya conocidos por sus obras y autores de un retrato del mismo don Chávez, que realizaran una pintura de don Rúa sonriendo para superar la imagen tradicional salesiana que, inspirados en algunas fotografías, presentaba al beato siempre bastante serio. La pintura representa, con la fescura típica de una fotografía instantánea, a don Rúa que, sorprendido mientras rezaba el breviario, sonríe al observador. Un precioso detalle, que da a la pintura un valor simbólico, es la sombra que el personaje proyecta sobre el muro que hace de fondo en la que se vislumbra la sombra de Don Bosco.
Los dos hermanos, antes de realizar la pintura, como siempre hacen antes de comenzar un trabajo, se han informado abundantemente sobre el sujeto a ellos encomendado y han leído atentamente una biografía del beato don Miguel Rúa; "de ello emerge que era un hombre alegre", ha dicho don Robert, principal autor de la obra. La sonrisa, en efecto, es un aspecto que distingue los trabajos, esculturas y pinturas de los dos hermanos como por ejemplo, el pesebre realizado en su parroquia de Cracovia donde los distintos personajes, incluidos María y José, sonríen.
“Es una característica que hemos heredado de nuestra familia, donde todos sonríen”, dicen los hermanos Kruczek. Las primeras experiencias artísticas de los dos hermanos vienen desde la adolescencia cuando, implicando a otros muchachos en competiciones y concursos de diseño, les gustaba comunicar y compartir todo lo hermoso que observaban por dónde iban. Posteriormente, superando su temor han participado en varios concursos artísticos, venciendo también alguna vez. Una vez, durante las fases de admisión a un concurso, su trabajo no fue aceptado por los jueces que, por su alta calidad, pensaban que no había sido realizado por los dos jovencísimos artistas.
“Sabemos que tenemos la responsabilidad de tener que comunicar, a través de nuestras obras, los valores positivos de la vida, y nos sentimos, como salesianos, colaboradores en la construcción del Reino de Dios, evangelizando con las imágenes".
El cuadro será colocado al comienzo del corredor de las oficinas del Vicario del Rector Mayor, siguiendo el ejemplo del cuadro de Don Bosco que introduce al despacho del Rector Mayor.
Publicado el 07/12/2007
