(ANS – Alepo) – Se ha estado al borde de la tragedia, el pasado domingo 25 de octubre, en la iglesia de San Francisco, en el barrio “Azizieh”de Alepo. Una bombona de gas había sido lanzada sobre la cúpula de la iglesia precisamente mientras en el interior se estaba celebrando la Eucaristía. Providencialmente la bombona no explotó en el acto, sino solamente unos segundos después, mientas iba ya rodando sobre el tejado.

“Si hubiera atravesado la cúpula podría haber causado una tragedia. Caso de haber caído solamente la lámpara habría podido matar a diez personas. Tal como he dicho a mis fieles, es el manto de la Virgen lo que nos ha protegido”, fue el comentario del P. Ibrahim Alsabagh, franciscano de la Custodia en Tierra Santa, de “Ayuda a la Iglesia que sufre”.

El suceso ha tenido lugar durante la misa de las cinco horas de la tarde. “Justo en ese momento empezaba a dar la comunión a los fieles. De pronto, todo  empezó a temblar y dentro de la iglesia empezaron a caer muchos destrozos. Se formó una polvareda tal que no lográbamos vernos unos a otros”, comentaba el franciscano.

Como consecuencia del atentado, seis personas han resultado levemente heridas, mientras que la estructura ha sufrido graves daños y, con toda probabilidad, una parte del tejado deberá ser reconstruida.

No es la primera vez que se la han tomado con la iglesia; y si bien es cierto que Alepo es uno de los principales escenarios de encuentro en la sangrante guerra que dura ya más de 4 años, “no es cierto que se haya dado un caso igual cuando en la iglesia hubiera 400 fieles. (…) Algunos quieren eliminar cualquier signo de reconciliación y de apertura”, ha afirmado el P. Alsabagh, decididamente comprometido con el diálogo interreligioso.

A pesar del miedo, la misa dominical pudo completarse en el jardín de la casa y ayer por la mañana los fieles volvieron para la misa matutina. “Eran muchísimos y con alegría pudimos escuchar de nuevo el son de nuestras campanas”, ha añadido el religioso.

Publicado el 27/10/2015