(ANS – Soddo) – “Con alegría y asombro por su infinito número, los chicos nos reciben, nos toman de la mano, nos piden que juguemos con ellos o tan sólo que nos quedemos con ellos. (…) El hecho más impresionante es la capacidad de los niños etíopes para divertirse con muy pocos y muy sencillos juegos, incluso cuando nos parecen a nosotros  más modernos unos juegos que en realidad son tremendamente viejos”. Es el testimonio de un joven italiano al inicio de su servicio como voluntario en la misión salesiana de Soddo, en Etiopía.

por Pietro Francipane

En nuestra primera semana en Soddo, habíamos tocado con las manos la belleza de un grupo muy unido y la gran capacidad de poner en tela de juicio y no dar nada por descontado. En este sentido don Fabrizio Di Loreto, el Salesiano que nos ha acompañado, se ha mostrado sencillamente extraordinario en sacar a fuera lo mejor de cada uno de nosotros. Si el impacto y las primeras dificultades se han podido superar sin problemas ha sido mérito del “don” y de la extraordinaria generosidad de la comunidad salesiana.

Algún pequeño problema apunta cuando algunos de nosotros, Michele y Lorenzo, comienzan a mostrar algún pequeño problema de salud, causado por la alimentación etíope y por la presencia significativa de algunos insectos. Otra situación difícil ha sido por la falta de agua durante casi cuatro días,
 instalando un cierto desánimo, sobre todo a nosotros, habituados a tener siempre a disposición ( y a malgastar) el agua corriente. Con todo, después de algunos días de dificultad, hemos logrado acostumbrarnos a la momentánea escasez de agua gestionando mejor el agua de los recipientes, llegando a comprender el bien precioso de este bien, pero también el gasto excesivo que hacemos del mismo.

(…) El elemento más sorprendente, aunque no demasiado,  es la gran unidad y cohesión de nuestro grupo que, a pesar de la diferencia de edad, de carácter a de naturaleza regional, logra organizar les diferentes actividades y echar una mano a quien puede encontrarse en momentos de dificultad física y psicológica.

Cuando esta primera semana llega ya a su fin, estamos invitados (…) a participar en la eucaristía en la capilla de la cárcel de Soddo. Después de un rápido y amable control de los militares etíopes, entramos en contacto con los detenidos, que fácilmente consideramos como marginados y peligrosos. En realidad, lo que aparece o se trasparenta de la visita a la cárcel es la conciencia de estos hombres por haber cometido un error, a través de un proceso de arrepentimiento, y de su profunda fe religiosa.

El texto completo del testimonio está disponible, en italiano, en el sitio de la circunscripción salesiana de Italia Central.

Publicado el 6/10/2015