(ANS – Madrid) – En su intervención en la 44° Semana Nacional para los Institutos de Vida Consagrada (Madrid, 9-12 abril), el cardenal salesiano Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, ha presentado una ponencia centrada en la Vida Consagrada in servitium caritatis en la que ha puesto en evidencia la relación intrínseca entre la vida consagrada y el servicio de la caridad. Antes de su exposición, el purpurado salesiano ha querido dar las gracias a todos los presentes por el compromiso de la Vida Consagrada, especialmente de los Misioneros Claretianos, que con su Instituto Teológico de Vida Religiosa, organizan la Semana Nacional.

Para empezar, el cardenal ha mirado de perfilar los conceptos de Vida Consagrada,  servicio, caridad, paz, justicia y humanidad. El cardenal ha defendido la necesidad de definir estos conceptos para hacerlos más comprensibles a los hombres de hoy y para que sean entendidos en su sentido original, dado que hoy han adquirido algunos  matices erróneos alejados de la propuesta cristiana.

En segundo lugar ha dedicado sus palabras a la Vida Consagrada. Ha mantenido que ésta debe configurarse continuamente a Cristo y que está llamada a responder a las necesidades de la humanidad de hoy. Según el purpurado hondureño, el consagrado que se dedica a practicar la caridad con la humanidad se va acercando siempre más a aquella configuración con Cristo.

Ha animado después a todos los participantes a preguntarse cómo han desarrollado el carisma recibido. Ha señalado la necesidad de recordar el pasado para confrontar la propia vida y para vivir el presente con pasión. Ha citado al Papa Francisco para hacer patente que el futuro de la Vida Religiosa no está en lamentarse o centrarse sobre el número de religiosos, sino que se basa en la alegría, la fraternidad y la esperanza. Y ante esta triple dimensión, el purpurado ha dicho que el servicio de  la caridad es una de las claves para vivir un futuro rico en esperanza. Ha hecho ver la necesidad de ir a las periferias exteriores y también personales y ha remarcado que la Vida Consagrada es creíble en la paz y en la justicia cuando se la vive con alegría y humanización.

Por último, ha recordado que la caridad es la única cosa que puede cambiar al género humano y que los consagrados deben ser expertos de la caridad. Ha impartido después su bendición a todos, con motivo del año de la Vida Consagrada, y ha dado muestra de su habilidad musical con un canto sobre la Alegría del Evangelio.

Señalamos, además, que en el marco del Congreso “Tierra Justa”, llevado a cabo en Portugal, el cardenal Rodríguez Maradiaga ha intervenido una vez más para afirmar que “para la Iglesia, la opción por los pobres es una categoría teológica”. (ver el artículo de la agencia ZENIT).

Publicado el 14/04/2015