(ANS – Nairobi) – "Siempre quise trabajar con y por los niños de la calle, en mi vida adulta; por primera vez en mi país Eslovenia, después en Etiopía, en el 'Bosco Children' y luego en Kenia. "Así comenzó el testimonio dado al Boletín Salesiano de la Inspectoría Salesiana de África Este, por Polona Dominik, una joven trabajadora social Eslovaca.

Llegué al centro "Bosco Boys" de Nairobi en febrero de 2012 y pasé dos bellos años como voluntaria. Soy una trabajadora social de profesión. Había entre nosotros casi 200 niños de la calle del Bosco Boys de Langata y Kuwinda, además de otros que estaban bajo nuestra protección después de completar el programa del Bosco Boys. Todos los días teníamos nuevas solicitudes de admisión, así que como trabajadora social había mucho por hacer, y mucho es lo que he aprendido, que no podría haber aprendido en ningún otro lugar.

Una cosa es segura: la vida no ofrece igualdad de oportunidades para todos. Conocí a niños y familias con historias de sufrimiento, pobreza, abandono, abuso, devastación... en un país que es muy rico en muchos aspectos. Cada día conocía niños cuya familia estaba ausente o incapaz de proporcionar alimentos, vivienda y educación, por lo que se ven obligados a buscar los medios por sí mismos. Robando o ganando poco con trabajos en la calle (como recogiendo basuras, etc.). Muchos niños viven de esta manera, y solo un pequeño porcentaje de ellos tiene la oportunidad de rehabilitarse en un centro como Bosco Boys (...).

Nunca es culpa del niño si está en la calle. ¿Cómo podía serlo? Él es solo un niño, vino a este mundo y fue confiado a las manos del mundo de los adultos, que no logra a menudo, cuidar de él. Él es solo un niño. Y cuando él o ella fracasa en su vida, es nuestro fracaso. ¿Qué quiero decir con "nuestro"? Me refiero a todos nosotros. La sociedad que se divide en ricos y pobres, con los ricos incapaces de  compartir todo lo que pueden con los pobres. Me refiero a las instituciones que reciben estos niños, y aún así los niños no prosperan en su interior. Quiero decir la sociedad, que no conoce el mundo y las necesidades de los niños.

En resumen, esto es lo que puedo decir después de haber estado casi tres años en Kenia. Ahora ya no trabajo con el Bosco Boys, pero yo trabajo para ellos, en la sede de los salesianos de África Este, luchando todos los días y tratando de tocar los corazones de la gente de Kenia, para obtener la simpatía de aquellos que son menos afortunados, y ser capaz de dar y compartir (...).

Puedo describir mi experiencia en los "Bosco Boys" en una frase: no hay nada más noble o más importante en el mundo que salvar vidas de niños necesitados, y estoy feliz de decir que en el Bosco Boys yo era parte de esta noble causa.

Publicado el 19/03/2015