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Filipinas – La visita de Francisco para los pobres y los últimos |
(ANS – Manila) – "Cuando el corazón es capaz de llorar podemos entender mejor algo. (...) Algunas realidades de la vida se ven solo con los ojos purificados por las lágrimas. Pido que cada uno se pregunte: ¿he aprendido a llorar?". Fue una de las reflexiones más conmovedoras dirigidas por el Papa Francisco a los fieles durante su viaje a Filipinas, delante de los jóvenes de Manila.
Por Gian Francesco Romano
El segundo viaje a Asia de Papa Francisco ha sido una continua sucesión de discursos y gestos de gran impacto y profundo testimonio evangélico. Omitiendo incluso los textos oficiales, el Santo Padre ha tratado de establecer con sus interlocutores undiálogo genuino, sin evitar los problemas más acuciantes de la sociedad filipina, ni las preguntas que son un reto incluso para la fe. "Hoy he escuchado la única pregunta que no tiene respuesta: ¿por qué los niños sufren", dijo a una ex-niña de la calle.
En su visita al más grande país católico del continente asiático, ha profundizado tres temas principales: el ambiente - sobre la cual está preparando una encíclica - la integridad moral en oposición a la corrupción generalizada; y los pobres. Pero de los tres temas aquel que el Papa fue más incisivo fue sin duda el tercero: la atención a los pobres, a los necesitados, a los que nada tienen. Como las víctimas del ciclón Haiyan que en el 2013 ha flagelado Tacloban. Delante de una inmensa multitud de fieles, todos cubiertos con impermeables amarillos por la fuerte lluvia, el Santo Padre ha confiado que había decidido ir a las Filipinas justo después de ver las imágenes de la devastación hecha por el ciclón y casi se disculpó por haber llegado después de tantos meses. "A cada uno de ustedes Dios responde, a su corazón desde su corazón... Así muchos de ustedes han perdido todo. No sé qué decirles, pero Dios sabe qué decirles", dijo.
Ayer, durante la misa en el Rizal Park de Manila - donde se celebran las ceremonias de posesión de los nuevos presidentes, es decir el lugar de los "nuevos comienzos" - el Papa celebró la misa delante de unos 6-7 millones de personas, en el más grande encuentro de fieles con el Papa nunca sucedió. "Durante mi visita he oído cantar la canción 'Todos somos hijos de Dios’. Esto es lo que el Santo Niño viene adecirnos. Nos recuerda nuestra identidad más profunda. Todos somos hijos de Dios, miembros de la familia de Dios", fue el mensaje final de su visita.
Publicado el 19/01/2015
(Traducción de Andrés Felipe Loaiza, SDB)