(ANS – Antananarivo) – Desde hace varios años la ONG Voluntariado Internacional Mujer, Educación y Desarrollo (VIDES) recibe numerosas solicitudes de jóvenes estudiantes deseosos de realizar una experiencia de voluntariado durante el verano. Por esta razón este año VIDES ha iniciado el proyecto Madagascar en conjunto con la asociación «Grandir Dignement» (Crescere Degnamente), fundada por David y Helen Muller.

Los 13 voluntarios de VIDES del proyecto trabajaron en el centro de rehabilitación para jóvenes del servicio de protección de la infancia, que depende del centro servicio de la ciudad de Antananarivo, ellos durante este verano han realizado allí servicios de animación. Sor Virginie Mérel, Hija de María Auxiliadora, ha organizado el viaje y ha acompañado a los jóvenes en esta tarea; presentamos una síntesis de sus reflexiones en lo que se refiere a la experiencia.

Estamos muy lejos del ideal que proclaman los derechos del niño, si bien la asociación Grandir Dignement ya está trabajando en desarrollar una estructura que permite a los niños acceder a una comida cada día y acceder a un mínimo de formación. Los jóvenes en la cárcel deben estar recluidos desde las 18 horas a las 6 de la mañana. Las camas están al interior grandes cobertizos y dispuestas unas junto a las otras no existe espacio entre ellas, es una situación de hacinamiento. Esto genera violencia, pedofilia, abusos sexuales, maltratos.

La vocación de Don Bosco nació en este contexto, visitando las cárceles de Turín. Los jóvenes voluntarios se sintieron inmediatamente interpelados por el carisma salesiano e del Sistema Preventivo en la prisión de Antananarivo. Todas las tardes a las 17 horas, todos los jóvenes deben formase, hacer un saludo militar, el signo de la cruz y luego son llevados a detrás de las rejas. Nosotros hemos estado en allí, y es muy doloroso ver los brazos de estos pequeños que se extienden a hacia nosotros a través de las rejas.

Ellos esperaban nuestra llegada con impaciencia. A parte de nosotros, no tenían ninguna otra compañía, ningún tipo de distracción. Normalmente, se realizan cursos de artesanía, para trabajar con el mimbre y el cuero, Grandir Dignement. Pero en aquel período estaban suspendidos por las vacaciones y nosotros estábamos libres para ocupar esos espacios.

Las actividades elaboradas por los animadores resultaron muy bien: hablamos entre nosotros vimos las posibilidades, y escuchanos sugerencias, y finalmente elaboramos un plan de animación. Teníamos pocos recursos. Organizamos un equipo de «juegos de sociedad», otro para juegos deportivos (mini-olimpiadas), otro grupo para juegos de animación y otro para labores manuales. Cada fin de semana se realizaba un "evento", una especie de kermes, espectáculo o torneo. VIDES nos había entregado algunos fondos que fueron invertidos en comida y algunas frazadas que al final beneficiaron unos 200 chicos.

Los jóvenes voluntarios hicieron una hermosa experiencia y pudieron conocer la Familia Salesiana local ... Han tocado con mano su universalidad.

Publicado el 17/09/2014