Incluso en Croacia los jóvenes están llamados a ganar, al igual que sus coetáneos en otros países europeos, los nuevos retos que plantea la sociedad y la cultura. Elementos que los educadores, y por tanto también los Salesianos, deben tener en cuenta con el fin de poder escuchar y caminar con los jóvenes.

Los jóvenes y la Iglesia
En 1990, tras el colapso del comunismo en Croacia se tuvieron las primeras elecciones libres. El cristianismo ha tenido plena libertad y se ha desarrollado rápidamente. La Iglesia católica fue declarada autónoma con respecto al ámbito religioso; la educación religiosa ha entrado en las escuelas públicas, primarias y secundarias, se ha desarrollado una pastoral de los fieles en los hospitales, las fuerzas armadas y la policía. Los salesianos tenían libertad para trabajar con los jóvenes.

A pesar de ser Croacia un país de tradición cristiana, a los jóvenes les cuesta ser cristianos, el bautismo y la socialización religiosa no son suficientes. Al igual que en otras partes de Europa, los jóvenes se pierden en la sociedad éticamente neutral dominado por el subjetivismo, el relativismo, el consumismo, el hedonismo y la permisividad.

La Iglesia representa una gran señal, pero está perdiendo la influencia que una vez tuvo en la sociedad. La moral cristiana tradicional está en crisis, los jóvenes rechazan las normas morales, la fe se vuelve cada vez más una opción personal del individuo y el resultado de las elecciones que se realizan.

La búsqueda de lo sagrado, que entre los jóvenes todavía existe, necesita una pastoral simple y fuerte, con el fin de evitar que los jóvenes busquen algo en que creer fuera de la Iglesia. Los jóvenes dudan de la autenticidad de la Iglesia como institución, pero no rechazan a Cristo y el mensaje del Evangelio, de hecho, les gustaría tener una experiencia viva de encuentro con Dios en la comunidad parroquial. El problema está en la falta de ofertas pastorales y espirituales. La Iglesia en Croacia - así como los salesianos - están buscando nuevos modelos pastorales, nuevos paradigmas, nuevas propuestas para el pueblo fiel y los jóvenes, antes y después de la celebración de los sacramentos.

Los jóvenes: su lado oscuro
La asistencia escolar es un problema. La escuela primaria, que es obligatoria, cuenta con la  participación del 98% de los niños en cuestión, pero aquellos que se matriculan en una institución de educación superior son sólo el 33% y sólo el 8% completan sus estudios en el tiempo previsto. De 1000 habitantes sólo 12 son profesionales de alto nivel, en los países de la Unión Europea  el promedio es ¡cinco veces más alto!

En las últimas décadas, alrededor de 140.000 jóvenes han abandonado el país en busca de trabajo. El desempleo juvenil es alarmante, se habla del 36,6%, el tercero mayor de Europa.

La falta de trabajo y la falta de un título de estudio superior – pocos logran graduarse a los 25 años - han producido la "generación perdida", con la participación de unos 60.000 jóvenes que, debido a la escasa  instrucción y la falta de competencia profesional, no pueden encontrar trabajo y corren el riesgo de quedar rezagados y marginados de la sociedad.

Esto se refleja en la vida privada de los jóvenes que hasta los 30 años viven con sus padres, se casan tarde y deciden tener menos hijos. Un joven adulto de cada tres está en el paro. Las razones de esta realidad desalentadora son muchas, relacionadas entre sí y difíciles de resolver. Una de las razones principales es que en Croacia es muy difícil crear nuevos puestos de trabajo, y para ello se suma la legislación que hace el mercado de trabajo inestable, y a los jóvenes se les requiere experiencia y conocimiento de las nuevas tecnologías, que a menudo no tienen.

En los últimos años, una gran parte de la juventud de Croacia se vio afectada por el fenómeno de "binge drinking". Aproximadamente el 43,8% de los varones adolescentes se emborracha una vez o dos veces por semana, las chicas un poco menos. El consumo de alcohol ha superado la media europea aumentando considerablemente. Dos tercios de los jóvenes motivan el consumo de alcohol como una forma de relajación, de pertenencia a un grupo, de evasión de los problemas familiares. A menudo, esto determina que el 15% de los menores abandone la escuela, algunos se vuelven agresivos y terminan en la cárcel. Este fenómeno se produce sobre todo en las grandes áreas urbanas.

Croacia es un país donde el tabaco se cultiva desde hace siglos y fumar es socialmente aceptado. La ley, la educación y la salud tratan de prevenir, controlar, e incluso prohibir fumar, pero el hábito de fumar de los jóvenes crece y continúa hasta la edad adulta con gran riesgo de la salud. Muchos jóvenes comienzan a fumar entre los 15 y 16 años y la adicción se prolonga a menudo durante años.

24% de los muchachos y el 20% de las chicas por lo menos una vez en su vida han probado la marihuana, el consumo de drogas ilegales, se encuentra en primer lugar.

Juventud y Familia
Los jóvenes llegan al matrimonio cada vez más tarde, confundidos por muchas ilusiones, expectativas poco realistas y los mitos creados por el imaginario colectivo. La paternidad cambia radicalmente la vida de un adulto joven que de repente se ve inmerso en las responsabilidades, con objetivos prioritarios, una nueva forma de vida, y ve cómo cambian las relaciones sociales adquiridas.

La familia juega un papel importante en la vida de los jóvenes, pero esto se percibe más como una necesidad, una utilidad, en lugar de una pertenencia. Las relaciones internas se debilitan, la relaciones padre-hijo no avanzan correctamente, es decir, no son estables. Tanto es así que la fragilidad interna está en la raíz de la crisis, la violencia y el divorcio.

Publicado el 06/11/2012