(ANS – Ho Chi Minh City) – Una pastoral familiar atenta, la oración y la calidad de la fe en las familias, son el secreto para mantener vivas las vocaciones al sacerdocio en Vietnam: “Si una familia es santa, es posible que allí surjan vocaciones”, dice a Fides el Arzobispo de Thành-Phô Hô Chí Minh, Ho Chi Minh City, mons. Paul Bui Van Doc. También los Salesianos en Vietnam están experimentando una primavera de vocaciones salesianas y misioneras.

Mons. Bui Van Doc, que el 29 de junio pasado recibió el Palio de manos de Papa Francisco, explicó a Fides cómo justamente la figura del Papa está jugando a favor del catolicismo en su país: “Su predicación llega gracias a los medios de comunicación y las redes sociales. Incluso la prensa controlada por el régimen comunista habla bien de él. Gusta su sonrisa, su manera de actuar y de hablar, su predilección por los pobres. Esperamos que este aprecio puede tener una influencia positiva en las relaciones entre Vietnam y la Santa Sede y pueda alcanzar pronto el establecimiento de relaciones diplomáticas plenas y oficiales”.

Una prioridad para la iglesia local es la formación de sacerdotes y seminaristas que siguen siendo un número significativo: “Las vocaciones están floreciendo. En todo el país hay 8 seminarios mayores con más de 3.000 candidatos, entre diocesanos y religiosos. Sin embargo, la formación de los jóvenes es ahora más difícil por la influencia de una cultura de la secularización, del materialismo práctico, de una mentalidad individualista que es más insidiosa que el ateísmo de estado”.

Incluso entre los salesianos se asiste a un florecimiento de vocaciones. La presencia de los hijos de Don Bosco en Vietnam, lanzada en 1952, cuenta hoy ya con 32 obras erigidas canónicamente - muchas de las cuales están dedicadas a la formación de los jóvenes - un número de religiosos de más de 300 y un noviciado que cuenta este año con 29 jóvenes solo de la Inspectoría vietnamita. Muy fuerte es el impulso misionero, que se propaga a través del testimonio de los Salesianos que ya partieron hacia la misión hacia los jóvenes en formación; en los últimos 15 años han sido más de 100 jóvenes salesianos vietnamitas que partieron a la misión ad gentes.

En la raíz de la floración de vocaciones, dice Mons. Paul, está “la vida de las familias cristianas, que todavía tiene una buena calidad de fe y testimonio. Por ello la pastoral familiar es muy importante: la familia es la cuna de las vocaciones, si hay familias santas, tendremos más sacerdotes. A nivel diocesano, pero también de la Conferencia Episcopal, ponemos gran énfasis en la pastoral familiar”.

Entre las nuevas urgencias pastorales de la iglesia local hoy está el apostolado hacia los migrantes internos. “En una ciudad de 7 millones de habitantes como Hô Chí Minh City, han llegado otros dos millones, de los cuales 200 mil católicos que necesitan de todo. Gracias a Caritas, tratamos de coordinar todos los componentes de la Iglesia local, como las congregaciones religiosas, parroquias, movimientos laicales, para ayudar a estos hermanos y hermanas. La Iglesia en Vietnam sigue demostrando una gran atención hacia los pobres y marginados, como testimonio del amor de Cristo y como un signo de cuidado del bien común de la sociedad”.

Publicado el 08/07/2014