(ANS - Wrocław) - En los primeros años 70 un grupo de estudiantes hippie apareció en una casa salesiana en Wroclaw. Eran jóvenes insatisfechos con las ofertas tradicionales de la sociedad y más bien atraído por las perspectivas alternativas que en aquellos años acompañaron a la "generación beat". A ellos ha dedicado y sigue dedicando toda su vida, el P. Andrzej Szpak, sdb.

En 1979, el conjunto de jóvenes hippies formó un grupo que participó de forma independiente en la peregrinación más antigua de Polonia, la del santuario mariano de Jasna Góra. Después de tres años, sin embargo, el grupo fue alejado y los muchachos tuvieron que buscar una ruta y un camino propio. Dirigido por Don Szpak, surgió la "Peregrinación de la Juventud de Rutas Diversas" (Pielgrzymka Mlodziezy Różnych Drog), un proyecto que se lleva a cabo ya desde hace 34 años y que prevé catorce días de caminata al Santuario de la Virgen Negra.
 
Siguiendo las enseñanzas de Don Bosco, el P. Szpak, ha buscado sin atajos los caminos para llegar a los jóvenes, incluso a los más remotos y difíciles, convencido de que en cada uno hay un punto de acceso al bien. La peregrinación de verano con los jóvenes es siempre el signo de la aceptación sin excepciones de los muchachos, como seres únicos y valiosos, y en ese espacio de libertad producida por la propia dinámica del camino.

Muchos de ellos no han creído y no parecen creer todavía en el estilo operativo de Don Szpak. Hay quienes se preguntan cuántos han sido liberados de las drogas o del alcohol o si ha encontrado el camino hacia Cristo y la Iglesia. Don Szpak, o "Szpaku", como es llamado por los chicos, responde paciente que su objetivo es llegar a los jóvenes para llevarlos a Cristo - simbólicamente presente en el cuadro de Jesús misericordioso que siempre encabeza la peregrinación – y a su presencia real en los sacramentos : Reconciliación, Eucaristía y luego los del matrimonio y el sacerdocio, que incansablemente se celebran todos los días. "Es una terapia de gracia" - repite. "Cristo es el que sana".
 
Hoy en día la peregrinación ha cambiado, pero la necesidad de buscar respuestas a las preguntas más importantes sigue viva en los peregrinos. Los participantes son jóvenes de nacionalidad, credo, religión, sociedad y cultura diversas. Es un festival de colores. También participan  muchas familias con niños.

Durante la peregrinación, además de la oración y los sacramentos, no faltan oportunidades para la meditación o para actividades culturales: exposiciones de fotografías, teatro de los niños, concursos de canto entre los participantes y las competiciones con el ritmo de "reggae": expresiones artísticas con las que los jóvenes expresan su alegría por no haberse contentado con las ilusiones, seguir buscando a Dios y haber encontrado su propio camino.

Publicado el 03/09/2012