(ANS - Senglea) - El Servicio de Pastoral Juvenil Salesiana en Malta siempre ha estado comprometido con ofrecer a los jóvenes actividades de voluntariado y animación para proporcionar un ambiente cómodo para los niños y oportunidades de madurez y responsabilidad a los muchachos. Roberta Mifsud, una joven animadora, dice que la experiencia adquirida en el pasado verano en el campamento de verano "YES" (Youths Engage in Senglea - Jóvenes participantes en Senglea).

Hace unos meses un amigo mío, miembro del Departamento de Pastoral Juvenil Salesiana, me habló del campamento de verano YES en Senglea, que había sido programada para el mes de julio. En ese momento yo estaba buscando la oportunidad de participar más en la comunidad y el proyecto me parecía una buena oportunidad. De hecho, así es como me involucré en la Pastoral Salesiana.

El campamento, ahora en su tercera edición, duró dos semanas con actividades diarias para los jóvenes de Senglea, una ciudad al este de Malta, en el ámbito del "Gran Puerto". Este año, con la ayuda y el apoyo de la comunidad salesiana de Senglea, la escuela de verano ha acogido a 25 jóvenes de edades comprendidas entre 10 y 16 años, con la asistencia de una veintena de voluntarios animadores.

Los voluntarios comenzamos a reunirnos y planificar sus actividades diarias con anticipación durante el año pastoral. Luego, a medida que nos acercamos a la fecha de inicio, empecé a sentirme un poco preocupado sobre cómo relacionarme con los niños, porque era mi primera experiencia en un proyecto similar. Pronto llegó el primer día del campamento, y 25 niños llenaron las aulas. Tan pronto como se comenzó a actuar, la preocupación desapareció y la emoción ocupó su lugar. En los días siguientes hicimos con ellos pequeñas construcciones, jugamos y organizamos para ellos excursiones por las mañanas. Por la tarde, las actividades continuaron con la misa en la iglesia de San Felipe, después de lo cual por lo general íbamos a nadar y volvíamos al oratorio salesiano de Sliema. Los días han pasado muy rápidamente y pronto comenzaron los preparativos para el espectáculo del último día, un concurso de talentos.

Este espectáculo tiene un lugar especial en el corazón de cada voluntario, porque eran los mismos chicos los responsables de todos los actos de representación. Ver cómo los niños se mueven desde el trabajo individual al trabajo en equipo fue muy gratificante para mí.

Me decidí a participar en este proyecto porque quería hacer algo como voluntario y pasar el verano en forma provechosa, pero me gustó tanto que la experiencia no me ha parecido hacer voluntariado. He recibido mucho más de lo poco que he ofrecido y ha sido muy agradable ser capaz de construir una relación con los niños. Al final del campo, viéndonos todos mezclados, pensé en el primer día, cuando todo el mundo se mantenía aparte en un rincón, y me di cuenta de que era sólo una cosa del pasado.

Publicado el 03/10/2012