El acto conclusivo del proceso diocesano fue presidido por el arzobispo Mons Dominc Jala, sdb. También estaban presentes otros miembros del tribunal y el vice postulador padre Mawrie Barnes Lister, el padre Angelo Granziera, párroco de Colle Umberto y San Martino de Colle Umberto - en provincia de Treviso, Italia – que durante estos años ha cultivado una fraterna amistad y colaboración con las misiones salesianas del Noreste de India, y Mons. Tarcisio Bolzan, párroco en Susegana, en provincia de Treviso, nacido y bautizado en San Martino de Colle Umberto, parroquia donde creció como muchacho el Siervo de Dios, padre Costantino Vendrame, fue nombrado titular de los documentos procesales ante la Congregación de la Causa de los Santos donde comenzará la fase romana de la encuesta.
Costantino Vendrame nació en San Martino de Colle Umberto, en provincia de Treviso, el 27 de agosto de 1893. En el año 1913 entró en el noviciado salesiano de Ivrea. Después de una primera experiencia en el oratorio de Chioggia, realizó el servicio militar obligatorio, que formó posteriormente su carácter. En marzo del año 1929 fue ordenado sacerdote y, en octubre, recibió el crucifijo misionero en la Basílica María Auxiliadora. A los 31 años parte para la India. En el giro de cinco años las parroquias a él confiadas crecieron el número de bautizados de 400 a 1449.
Trabajó especialmente en el Noroeste Indiano. Visitaba continuamente las aldeas, reuniéndose con la gente y los niños: se hacía uno de ellos, buscaba el contacto humano. Entraba en las casas de los pobres y de los enfermos, les ayudaba y hablaba con ellos, escuchaba sus historias y, después de convertirse en el amigo, les contaba la historia de Jesús. Intuyó la importancia de la mujer en la cultura de los Khasi. Siempre estaba a la vanguardia como Don Bosco, usaba los mass-media para evangelizar las aldeas y pueblos, proyectando la vida de Jesús. En las proyecciones participaban muchísimas personas que después pedían el bautismo.
El padre Vendrame apuntó sobre la formación de los catequistas laicos que evangelizaban las comunidades y lo acompañaban en sus viajes. Como buen salesiano inició y siguió los oratorios festivos, educó a centenares de niños. Llevó al cristianismo también a los Hindúes, los musulmanes y los metodistas tanto que era paragonado con San Francisco Javier o San Pablo. Era muy humilde y de mucha oración: parecía siempre en comunión con Dios. Devoto del Sagrado Corazón de Jesús, hizo erigir dos santuarios, uno en Malawai y el otro en Wahiajer. Murió el 30 de enero de 1857 en el hospital de Dibrugarh.
Publicado el 24/02/2011